sábado, 20 de febrero de 2010

Alonso arrasa en Jerez con una tanda diabólica

Como si fuera el primer ingeniero de Ferrari, con cascos y un walkie talkie para comunicarse con boxes, Emilio Botín siguió a pie de pista en Jerez las evoluciones de su ídolo deportivo, Fernando Alonso. Quienes le conocen dicen que está ilusionadísimo con la Fórmula 1 y que vive su matrimonio rojo con los ojos de un niño.

Al filo de la una de la tarde, McLaren aprieta con Button, capaz de marcar un excelente registro de 1:20.394 al comienzo de una serie de siete vueltas. Es el mejor tiempo en ese momento de lejos y en las webs inglesas surgen las primeras exclamaciones de euforia. Pero Alonso sale en torno a las dos y marca un 1:20.115 en su primera vuelta rápida, y rueda sin cesar en 1:20 en 14 de las 16 vueltas de la tanda. Serie que termina, por cierto, en un soberbio 1:20.245.

Webber fue el más veloz del día y demostró el potencial de su Red Bull. Será, como la escudería del vigente campeón del mundo, un adversario de Maranello. Pero lo hizo en una tanda de sólo cuatro vueltas. Sin saber los pesos exactos los equipos se guían por el primer tiempo rápido de salida de boxes.

El australiano logró el crono de 1:19.299 en la segunda vuelta de esa serie. Es decir, a 2,5 kg de consumo por cada paso por meta, y descontando dos kilos de la primera (más lenta), como mínimo llevaba ocho kilos de combustible. Alonso logró su mejor tiempo (7,1 décimas más lento) en la segunda vuelta de su serie más larga. Con al menos 37,5 kilos.

En el peor caso para ambos ayer hubo 29,5 kilos de diferencia en contra del F10. Cada diez kilos de más son cuatro décimas de hándicap por vuelta. Es decir, a igualdad de peso (porque los dos lo hicieron con ruedas blandas), el español es algo más de 0,4 segundos por vuelta mejor que uno de sus rivales.

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