En un día como hoy, con mucho tráfico de vuelta de las vacaciones de Semana Santa, debemos pedir mucha prudencia y paciencia al volante, precisamente para llegar sanos y salvos a casa y evitar accidentes como este que os traemos hoy. En este caso las circunstancias parecen un poco distintas, ya que la combinación de un potente deportivo en carretera abierta con una pericia al volante (y cabeza) que no esté a la altura de los 500 CV del vehículo puede hacer que pasen estas cosas.
No sabemos exactamente lo que le sucedió a este Porsche 911 Turbo Cabriolet, casi nuevo a estrenar, pero a la vista de las imágenes se puede intuir. El incidente ocurrió en Siberia, tierras frías donde las haya, y parece que por fortuna no hubo que lamentar daños personales. Y es que, como decimos, 500 CV, ansias velocísticas y un aslfalto totalmente helado, con nieve y temperaturas bajo cero, pueden suponer un cóctel explosivo.
Por lo que vemos, el resultado podría haber sido catastrófico, mucho peor de lo que realmente fue. Y es que, a pesar del choque contra un autobús tras perder el control, este Porsche 911 Turbo seguramente volverá a la vida tras una buena sesión de chapa y pintura, ya que los daños no parecen demasiado graves: un poco de chapa en el frontal y seguramente también radiadores y suspensión delantera.
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