Se hizo de rogar, pero ya está aquí. El Hennessey Venom GT es una mezcla de filosofía americana y europea en cuanto a superdeportivos. Deberíamos hablar de una combinación europea-norteamericana puesto que la base de su chasis procede del Lotus Elise/Exige, mientras que su motor no es otro que el conocido V8 sobrealimentado del Corvette ZR1.
Por tanto, realmente estamos ante un superdeportivo con corazón americano y espíritu europeo, porque aunque por su aspecto no parezca más que un Lotus tuneado el Venom GT va mucho más allá. El motor LS9 del Corvette ZR1, con 6.2 litros de desplazamiento, 8 cilindros en V y compresor volumétrico, consigue en el Venom GT 725 CV en su versión base, apta para funcionar con gasolina de 91 octanos.
Estarán también disponibles dos versiones superiores mucho más impresionantes, ambas condoble turbocompresor, una con 1.000 CV y 1.220 Nm de par máximo, apta para funcionar con gasolina de 93 octanos, y la más potente con 1.200 CV y 1.490 Nm de par máximo, sólo apta para una gasolina especial de 109 octanos.
Valores absolutamente desmesurados y muy pocas veces vistos que llevarían al Venom GT a una nueva dimensión en cuanto a prestaciones, algo acentuado por un peso extremadamente reducido que no superará los 1.100 Kg, con lo que tendríamos en la versión más potente unarelación peso potencia inferior a 1 Kg/CV. ¡De locura!
Este peso que apenas supera la tonelada se consigue gracias al empleo de materiales ligeros para carrocería y chasis, como la fibra de carbono y aluminio. Con un peso tan reducido los frenos tienen que hacer frente a un trabajo un poco menos exigente, pero aún así tiene discos carbocerámicos con pinzas de seis pistones delante y cuatro pistones detrás.
La aerodinámica también promete estar bastante trabajada, ya que ha sido testada medianteCFD (Dinámica de Fluidos Computacional) y cuenta con elementos activos y ajustables, como el alerón posterior, que hacen que el Venom GT se pegue al suelo a velocidades muy elevadas.
El chasis, con las pertinentes modificaciones, toma su base del Lotus Exige y se construye en Inglaterra. A partir de ahí, viaja hasta Sealy (Texas) donde Hennessey Perfomance se encarga del resto. Para poder resistir tal transferencia de par hacia las ruedas posteriores, la transmisión debe ir en consonancia. En este caso, los especialistas de Ricardo se encargan de la caja de cambios de 6 relaciones, y el control de tracción es programable para no dejarnos un juego de ruedas en cada acelerón.
En definitiva, con el Hennessey Venom GT estamos ante un coche de carreras homologado para circular por carretera, y que además no renuncia a elementos de confort como el aire acondicionado o la radio. Eso sí, concesiones las justas: que nadie se espere un lujo superlativo como en el caso del Bugatti Veyron, porque aquí el rendimiento se superpone a todos los demás aspectos.
La exclusividad máxima está también asegurada: por el momento tienen cuatro pedidos en firme, pero en Hennessey sólo producirán 10 unidades al año, con un precio para la versión más básica que parte de los 600.000 dólares.
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