Andy Soucek tiene un destacado palmarés en el automovilismo, pero todavía sigue esperando que le den la oportunidad en F-1. Para 2011 apura las opciones, al igual que muchos otros pilotos: "Estoy negociando con varios equipos de F-1, con alguno más humilde para ser titular y con otros para ser tercer piloto. En realidad no he dejado de buscar desde que dejé Virgin. He tenido contactos con bastantes equipos y con algunos se han ido extendiendo y siguen en marcha. Decir nombres, cuando no hay nada cerrado, podría crear tensiones".
Sin embargo, el madrileño de 25 años, cree que no todos los aspirantes están en igualdad: "Siendo un piloto que siempre ha tenido patrocinadores y ayudas, ahora me encuentro con un problema. En la situación actual, en la que hay una paralización en la economía mundial y las empresas recortan mucho en márketing y patrocinio, hay ciertos pilotos que cuentan con el apoyo, no sólo de empresas y empresarios, sino de fuerzas políticas e incluso de países. Aleshin, Maldonado o Pérez, a los que considero muy buenos, han llegado a la F-1 o están muy cerca por sus méritos, pero también porque traen consigo un padrino insuperable".
Según afirma Soucek, esta situación complica sobremanera la llegada de otros que no cuentan con respaldos de tal calibre: "Han puesto unos precios inalcanzables para los 'normales'. Si antes para optar a un asiento debías tener cinco millones de euros de patrocinio, ahora te pueden pedir hasta nueve porque hay tres que han pagado más de la petición inicial. Esto nos deja a pilotos como De la Rosa o yo mismo, que tenemos el aval del palmarés y que deberíamos estar en el ámbito de la F-1 por méritos, en una situación límite y casi imposible".
La queja de Soucek revela que la cúspide de la pirámide se alcanza con aptitudes al volante, pero que la aportación financiera puede sustituir los títulos: "Ganas la F-3, la F-2, haces primero en un test con Williams, años curtiéndote en GP2, Superleague..., y al compararlo con el palmarés de otros pilotos que ya están en F-1 ves que no tienen esos méritos. Al final no sólo es importante ser bueno".
El español no entiende cómo en un momento tan crítico para la economía, la F-1 va en sentido opuesto: "Con la crisis actual, la ley de la oferta y la demanda de la F-1 ha cambiado al contrario que en el resto del mercado. Las viviendas bajan para que la gente compre, pero en la F-1 sube porque hay tres, cuatro o cinco pilotos que ofrecen cantidades mayores a las que se pedían anteriormente". Y continúa: "Los equipos están en situaciones muy precarias y necesitan desesperadamente el dinero del piloto".
Para Soucek, hay una solución: "Si las empresas con liquidez de nuestro país colaborasen apoyando a los pilotos españoles repartiendo un poco el patrocinio, habría opciones para todos. Lo suyo es que el Santander patrocine a Alonso en Ferrari y sea el mejor banco, piloto y equipo del mundo. Esto es insuperable y ya lo han conseguido Botín, Alonso y Montezemolo. El resto debe dar el salto como pueda. Alguersuari lo hace mediante Red Bull, pero Pedro y yo no tenemos el apoyo de una marca con un equipo en la F-1 y necesitamos ayudas".
Aún así, todavía ve un hilo de esperanza: "Hay que tener paciencia porque creo que según pase el tiempo y los cuatro o cinco pilotos referidos tengan ya su asiento, los equipos buscarán satisfacer las necesidades de pilotaje y talento, y no sólo del aspecto económico. Primero están esos pilotos y a partir de ahí los equipos ofrecerán mejores posibilidades".
Por último, Soucek, explicó sus planes si no logra el objetivo principal: "La Fórmula 1 es mi prioridad, pero será complicado y hay otras alternativas. Estoy hablando con equipos de la Indycar en EE UU y del DTM, que es una competición que me gusta mucho. Voy a darlo todo por llegar a la F-1, pero hay otras opciones".
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