Las autoridades rusas se enfrentan a una auténtica tragedia nacional. En 2009, murieron 26.000 personas, después de un pico en 2007 de 36.000 fallecidos, y con estas cifras urge tomar medidas. De momento, desde el 6 de agosto de 2010, los conductores rusos tienen prohibido conducir si han consumido alcohol, por poco que sea.
Aún así, los esfuerzos llevados a cabo no parecen ser suficientes. En este contexto, Laser Systems (empresa rusa que cuenta con apoyo institucional), ha presentado en una feria de seguridad un nuevo dispositivo que promete poner contra las cuerdas a todos aquellos que deciden que son capaces de consumir alcohol y conducir.
En efecto, el Alcoholáser es capaz de detectar mediante un rayo láser el más mínimo rastro de alcohol a distancia, incluso a 120 km/h y a través del habitáculo, de manera que no haría falta ni detener el vehículo para que la policía pudiese comprobar el estado del conductor.
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